jueves, mayo 04, 2006

Arrorró mi niña(1)...

Querìa contar dos experiencias que en realidad no son gran cosa, pero que en alguna medida me sorprenden (o deberìa decir ''me preocopan''?)

Hace ya varias noches, después de considerar terminadas las actividades del dìa y de haber jugado a la mamà, ducha mediante, me fui a la camita (colchòn, si nos atenemos al rigor cientìfico de la informaciòn)y me dije: buen momento para mandarle un mensaje de texto al Pollo, que lo sorprenda/alegre en su trabajo nocturno. Escrito el mismo, me dispongo a mandarlo (todo esto ya, desde la horizontalidad). No sé por qué no se enviò el mensaje, asì que me puse a tocar botoncitos como para detectar el problema. Es lo ùltimo que recuerdo. Al dìa siguiente, me despierto con la luz encendida y el celular por ahì tirado y con una de las pantallas donde estaba buscando cuàl era el problema...

Y anoche me pasò algo parecido. Hipercansada, con la baterìa pidiendo recarga ya hacìa rato, me acuesto y pienso: leo o escucho mùsica? Ok, opto por la mùsica. Pero parece que esta vez no hubo mejor arrorrò que la ''elocuencia del silencio''(recordando a la erudita Dina Haffter, profesora de historia de la mùsica. Librito abierto. Y digo librito, porque no creo que pasara el metro 45, y con tacos).
Hoy me desperté con el MP3 por ahì. Ni siquiera llegué a prenderlo!!!!!!!



(1)Me tomo una licencia poética en el tema de la edad, aprovechando ser la autora del texto(2)

(2)Me tomo la licencia poética de llamarme ''autora del texto'', por la autoridad que me confiere la edad...