viernes, septiembre 23, 2005

En casa de herrero, cuchillo de palo

Mil anios sin escribir y mil cosas para decir. Pero lo primero que me viene a la mente para contaros, mis sacrificados lectores,tiene que ver con moches de desvelo forzado.
Mis hijillos, bonitos chanchillos, se siguen despertando de noche y reclaman presencia, sobre todo el mayor de mis pàrbulos. Parece que mamà y papà somos màs feos que los monstruos y huyen ante nuestra presencia.
Estoy trabajando en el Service de Garde de una bonita escuela a estrenar, con franquicia de una escuela renombrada por aquì: École Vision. El tema es que hay algunos ninitos medio complicados(no terrible). Y yo suelo acompaniar a alguno de los grupos de chiquitos durante el momento de reposo. Esta semana me preguntaron còmo hacìa para hacer dormir a Marhya, porque parece que después està mucho màs tranquila. A mì... madre por casi seis anios de noches de suenio interrumpido por terceros. Aunque de veras que si fuera por segundos,(categorìa cònyuge), no podrìa seguirle este ritmo de demandas nocturnas!!!!!!

Mo