viernes, marzo 03, 2006

Sì, pero yo sòlo venìa a repartir el diario...

...y eso es todo lo que pudo decir el canillita de un cuento que llega a una clìnica, en la cual parece que era regla estricta que paciente que llegaba lo hacìan desvestirse y ponerse en la cola fuera para lo que fuera. A tal punto era estricta la regla, que el pobre diariero no tiene la posibilidad de explicar que no iba por un dolor y queda en bolas, en la fila y sin haber llevado el carnet de la Obra social!!!
De chicas nos reìamos con los relatos costumbristas de Landriscina, a quien le tuve bastante respeto hasta que lo escuché bardeando a los docentes, invitado por el gobierno de la provincia, en ocasiòn de la ''reforma educativa''(truchada de corta vida, por otra parte).
La semana pasada me acordé de ese cuento y (a Lau le pasò lo mismo), cuando tuve mi primer encuentro ''piel a guante'' con una ginecòloga quebeca.
Antes de haberme registrado ya habìa dejado parte de mi identidad en un perchero y habìa reemplazado mis botas personales, por unas chinelas destinadas a pacientes, esperando en una canasta en el vestidor. O sea, que una ya llega medio despojada al mostrador, y con cierto grado de falsa relajaciòn? momento en el cual no sabés si sacar la tarjeta del seguro médico o poner la pava para tomar unos mates en el sillòn.
Luego de una debida espera (como en cualquier consultorio de ginecòloga y obstetra que se precie de serlo), la secretaria me hace pasar a un consultorio y me da una sabanita y me dice que me saque el pantalòn, detràs de una cortinita, momento para el cual mi comentario fue: ''pero yo todavìa no la vi a la Dra, no charlé con ella'', por si habìa alguna confusiòn, pero enseguida entendì que la rutina empezaba por la camilla.
Como perdì tiempo yendo al banio, cuando volvì ya llegò la dra, y asì no màs, en calzones, fue la presentaciòn. Como chanchos, con la dra, me senté en la camilla, me tapé con la sabanita de flores que hacìa las veces de pollerita informal y ahì no màs comenzò la charla(que bien habrìa podido ser mate mediante).
El resto, tradicional, distendido y rapidito.Sin lujos, ni camarita, ni muestras gratis.

Al final, creo que estuve màs tensa dìas después cuando visité a mi primera peluquera quebeca, que para ver a la ginecòloga.!!!!!
Quién entiende a las mujeres? Gracias, Maitena por ser como sos!!!!!!!
MO