Mi bisabuelo

Sàbado, 30 Noviembre, 2098

Mi bisabuelo se volviò loco. No era dañino, pero se volviò loco. El abuelo nos contaba que cuando vinieron para acà era màs o menos normal, pero al tiempo empezò a trabajar de noche y eso lo hizo una persona extrania. Eran tiempos dificiles, y le afectò bastante. Empezò a tener hàbitos nocturnos y decìa que la luz le lastimaba. En realidad le crecieron los ojos y se puso blanco, blanco pàlido. Estaba loco el viejo. Querìa que fuera siempre de noche por que de dìa habìa fantasmas. Una noche se escapò al Mont Orford y se metiò adentro de una cueva donde no llegaba la luz del sol. Por la noche salìa y jugaba con una pedazo de madera a que sacaba fotos de hongos y cosas asì. Mi bisabuela le llevaba comida todos los dìas, pero lo ùnico que comìa eran papas fritas Pringles. Esto fue a principio del siglo pasado, cuando ellos vinieron de Argentina, un pais que estaba en lo que hoy es Uruguay, antes de la guerra de los 20 Dìas. En esa època acà se hablaba francès, y no èramos parte de la Gran Colombia. Ya voy a contar màs historias de mis bisabuelos y de algunos otros personajes de esa època, casi todos argentinos. Incluso a algunos los podemos ver en los murales de la ciudad, ya que se hiceron personajes famosos. Mis bisabulos se llamaban Mònica y Adriàn.